
¿Por qué tenemos que pasarnos horas con el papeleo mientras vemos que nuestro negocio sufre?
Hace varios años, durante la pandemia, un grupo de personas se preguntó cómo podían ayudar a las PYMEs que luchaban por no hundirse. Estudiaron los problemas más comunes en las pequeñas empresas y tomaron nota de algunas, como el exceso de burocracia, cada vez mayor, las multas de Hacienda, la falta de conocimientos informáticos, no tener tiempo para planificar ni pàra estudiar en tiempo real la situación financiera de su negocio
En cuanto pudimos, empezamos a trabajar. Por un lado, juntábamos piezas para construir una herramienta definitiva, una que cubriera todas las necesidades de los pequeños negocios sin el coste de los grandes ERPs
Primer equipo: Nos pusimos a construir una herramienta completa pero personalizable por cliente y que pudiera liberar al empresario de todas sus tareas informáticas y/o digitales.
Mientras tanto, también teníamos que entender los problemas reales de las pequeñas empresas y, sobre todo, las que comenzaban el duro camino. Y nos encontramos con el primero de los problemas, el cumplimiento con las normas de Hacienda y de la Seguridad Social. La solución de contratar una asesoría o gestoría no arregla todo el problema ya que ellos trabajan con los datos aportados por la empresa. Comprobamos que ¡Ninguna! de las empresas que nos atendieron entregaba todas las facturas. Unas veces ni están hechas por pagar por adelantado, otras traspapeladas y algunas ni reclamadas al proveedor. Vimos rios de dinero tirados en impuestos (incluso multas a manudo).
Y eso era la punta del iceberg.
No se perseguían las facturas proforma, no se vigilaba si las devoluciones eran negativos en la siguiente factura, no se comprobaba cada movimiento del banco, las nóminas se entregaban a mano y con transferencias individuales (por cierto, con algunos errores), sin control de los pagos a proveedores, recibiendo whatsapp "págame". No se cumplia la normativa de fichajes, ni de tener identificados lotes y caducidades, procesos de compras caóticos sin control de la evolución de los precios ni solicitudes previas de ofertas, y miles de ineficiencias administrativas más.

Vimos que todo tenía arreglo y que podía ser una oportunidad para nosotros.
Con algunos clientes piloto y una ilusión desbordante, nos pusimos a adaptar nuestros servicios y aplicación a cada cliente, resolviendo uno a uno todos sus problemas que estaban a nuestro alcance. De forma remota, gestionamos todo aquello que nos pide y le entregamos los datos a su asesoría o gestoría en el formato que deseen, se acabaron las prisas, el estrés y los enfados.
Y lo más importante, la aplicación le da al empresario un cuadro de mandos con todos los datos que necesita para gestionar su negocio. Y no me refiero a datos de facturación, sino de stock con sus avisos, de incidencias, evolución de clientes, proveedores y de cualquier cosa que nos pidan y sea factible programar.
